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Casas prefabricadas, ¿la solución del futuro?

Casas prefabricadas, ¿la solución del futuro?

A pesar de que las casas prefabricadas no son ninguna novedad, la creciente sofisticación de los sistemas industrializados y la falta de espacio en las grandes ciudades hacen que vuelvan a estar de actualidad. Pero ¿son tan ideales cómo parecen? La densificación y el encarecimiento del precio del suelo de las grandes urbes han provocado que muchos se planteen adquirir un terreno en el extrarradio rural y construir su propia casa. El reclamo de un precio más ajustado, y la posibilidad de no tener que sufrir los habituales contratiempos de una obra tradicional, ha vuelto a traer al panorama el modelo de construcción prefabricada que, aunque tiene más de medio siglo, parece que está adquiriendo en Europa el vigor del que nunca antes había gozado.

Qué es una casa prefabricada

Para empezar, conviene diferenciar entre casas prefabricadas y viviendas modulares. Una casa prefabricada es aquella que se construye íntegramente en una nave industrial. Después se traslada a su emplazamiento definitivo, donde se sitúa permanentemente después de un breve proceso constructivo. . A diferencia de las casas móviles (como una roulotte, por ejemplo), las casas prefabricadas son bienes inmuebles y deben permanecer para siempre en su sitio. Por otra parte, existen también las viviendas modulares, cuya puesta en obra sí se realiza in situ, pero cuentan con la ventaja de que la mayoría de sus piezas ya vienen prefabricadas de antemano, de manera que el montaje se reduce al ensamblaje de módulos, como si de un Lego gigante se tratase. Esta tipología cuenta con el gran atractivo de ser fácilmente ampliable en el futuro, pues basta con adquirir y ensamblar nuevos módulos.

Desmontando mitos sobre las casas prefabricadas

Existen numerosos prejuicios en contra de las viviendas prefabricadas, como si por el hecho de haber sido construidas en un taller no sean casas “de verdad”, o tengan que acusar necesariamente una peor calidad. Pero lo cierto es que no hay nada más lejos de la realidad, puesto que en la mayoría de los casos resulta imposible distinguir entre una vivienda prefabricada y una que no lo es, habiendo casos de casas prefabricadas con acabados de absoluto lujo. También hay una cierta trampa detrás del titular de que las casas prefabricadas son más baratas: si bien es cierto que su sistema de fabricación implica una reducción en el coste, y que existen modelos concretos a precios muy asequibles, una vivienda prefabricada no resulta mucho más barata a partir de cierta gama de calidad. Su precio medio en España se sitúa entre los 800€/m2 y los 1.700€/m2, bastante parecido al de que cualquier construcción tradicional. Sin embargo, la gran mayoría de marcas sigue defendiendo que optar por la prefabricación supone un ahorro de entre un 20% y un 50% respecto de los sistemas convencionales. En la mayoría de los casos resulta imposible distinguir entre una vivienda prefabricada y una que no lo es, aunque pueda parecer que elegir una casa por catálogo limita mucho la elección, existen numerosas empresas que ofrecen un alto grado de personalización para diseñar una vivienda a medida, pudiendo elegir el cliente entre todo tipo de materiales, distribuciones y acabados. La calidad final del inmueble depende del presupuesto, así que antes de juzgar un posible ahorro conviene leer la letra pequeña, puesto que muchas ofertas que rezan “por un precio a partir de”, acaban resultando mucho más costosas a medida que se van sumando complementos. Por último, hay que tener en cuenta que por mucha prefabricación que se lleve a cabo, siempre va a haber un pequeño proceso de puesta en obra, puesto que en la inmensa mayoría de casos es imprescindible construir una cimentación in situ, además de conectar la casa con la infraestructura urbana: el alcantarillado, la red eléctrica, de telecomunicaciones, etcétera.

Ventajas e inconvenientes de las casas prefabricadas

Rapidez de ejecución

El atractivo indiscutible de una vivienda prefabricada es la velocidad de su ejecución. El hecho de que las empresas que las fabrican estén tan especializadas facilita su producción en serie, lo que reduce considerablemente su plazo de entrega. La mayoría de fabricantes garantizan un plazo de entrega de cinco meses, cifra muy inferior al de una casa construida a la manera tradicional. Esto se debe tanto a la optimización de recursos industriales como al hecho de que existe una total independencia de factores meteorológicos (que a menudo retrasan las obras a la intemperie), al estar construidas en espacios controlados.
Imagen que contiene edificio, exterior, reloj, hombre

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Cumplimiento de plazos y presupuesto

Otra de las grandes ventajas de las casas prefabricadas es la dramática reducción de los imprevistos durante su fabricación. Al ser producidas mediante un sistema que ya ha sido refinado y testeado en un entorno adecuado, las sorpresas son las mínimas y hay una garantía prácticamente total de que el comprador recibirá las llaves de su hogar en el plazo pactado y sin gastar un céntimo más allá de lo acordado.

Sostenibilidad

A propósito de su producción en serie, calibrada al milímetro, la construcción prefabricada goza de una muy eficiente optimización de recursos, lo que reduce considerablemente su huella ecológica. Un sistema de este tipo genera muchos menos residuos y también menos emisiones, al necesitar de mucho menos transporte de material a la obra. Si además le sumamos que también facilita que las casas resultantes obtengan clasificaciones energéticas más eficientes, se puede decir que, al menos en teoría, producir viviendas prefabricadas constituye un modelo más sostenible.
Imagen que contiene exterior, hombre, parado, edificio

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Condicionantes del terreno

Si bien las casas prefabricadas gozan de muchas ventajas, también sufren algunos inconvenientes, el principal de los cuales es que sólo son viables en terrenos muy planos. En el momento en el que hay que realizar un volumen considerable de excavaciones y contenciones de tierras, el mismo concepto de prefabricación se vuelve absurdo. Por eso, este tipo de construcciones no pueden tener sótanos, ni incluyen ninguna operación que tenga que ver con el terreno que ocupan, especialmente si es escarpado. Esto no quiere decir que no se pueda optar por una solución híbrida, construyendo la vivienda de forma prefabricada y realizando obras tradicionales en el solar, pero en este caso no estaríamos hablando estrictamente de prefabricación.
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Nada de improvisación

Por su naturaleza, la planificación de una casa prefabricada debe realizarse previamente y de forma muy rigurosa; una vez cerrado, el diseño no admite cambios de última hora. Por ello, todas las decisiones tienen que estar muy claras y tomarse de antemano. Además, existe un riesgo: las viviendas prefabricadas no disponen de un período orgánico de asentamiento. En la construcción tradicional, el peso de un edificio se va transmitiendo progresivamente al terreno a medida que avanza la obra, haciendo posible la rectificación sobre la marcha. Sin embargo, una casa prefabricada se coloca sobre el terreno de golpe, con lo que cualquier error en la previsión geotécnica puede resultar en asentamientos por sorpresa que den lugar a roturas o grietas nada deseables.

Obtención de licencias

Casa prefabricada de hormigón de Homm No hay que perder de vista que una cosa es la velocidad de la construcción y otra muy distinta, el ritmo de los trámites legales. A fin de cuentas, prefabricada o no, una casa debe cumplir con todas las normativas existentes. Aunque la vivienda pueda estar lista en un tiempo récord por motivos industriales, la obtención de un permiso de obra puede todavía tardar incluso años, dependiendo de la eficacia de cada Administración. Como punto positivo, cabe añadir que la mayoría de las fabricantes ya ofrece un equipo que se encarga de gestionar todos estos trámites como parte del encargo.
Casa en frente de un edificio

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¿Debería comprar una casa prefabricada?

Analizano sus pormenores, es recomendable en el caso en el que el tiempo de construcción sea un factor determinante. Otra posibilidad es que el cliente esté dispuesto a renunciar a una cierta calidad en pro de un descenso crítico en el precio. Una opción atractiva son las parcelas apartadas de la civilización, por el ahorro que supone en cuanto a transporte de materiales y mantenimiento de operarios en la obra. Pero cuidado, porque es imprescindible que tenga una buena accesibilidad para tránsito rodado; de lo contrario, el camión que transporta la construcción no podrá entregar su mercancía. Por el contrario, hay casos en los que no conviene elegir esta opción:
    • En terrenos muy inclinados y desiguales o en parcelas de muy baja ocupación, que hagan necesaria la construcción de plantas subterráneas. Si buscamos una casa muy adaptada al terreno y a su vegetación, también es preferible optar por el modelo de construcción tradicional.
    • El precio del suelo en entornos urbanos es mucho más caro, contrarrestando el posible ahorro derivado de la fabricación. Y las normativas urbanísticas pueden condicionen excesivamente su personalización.

Alternativas a las casas prefabricadas

Si no te acaba de convencer hacerte una casa prefabricada, siempre te queda la opción de recurrir al sistema tradicional. Desde casasnuevaslowcost.com te ofrecemos el mejor servicio para la construcción de tu casa, y siempre con la mejor relación calidad precio.

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