Ahorro energético en el hogar
Son pequeños cambios diarios, los que pueden generar un ahorro energético en nuestra economía. El incremento de tarifas repercute mes a mes. Compartimos algunas medidas sencillas de cómo lograr una mejor eficiencia energética que se vea reflejada en nuestra factura de la luz.
Sacar el máximo provecho de la luz natural:
¿Por qué? El 16% del gasto eléctrico de una vivienda se destina a la iluminación.
¿Cómo? Los colores claros en techos y paredes son los grandes aliados. Además, a la hora de formular una vivienda es más aprovechable tener los sectores de día – estar comedor y cocina – con mayor luz y vistas. Esto genera un ahorro sustancial.
Recomendación: Los sistemas de cortinas black out son una buena opción para controlar la luz sobre todo en verano. También existen Toldos con sensores solares que solucionan la gran exposición solar de algunos ambientes, manteniéndolos frescos en verano y evitando los gastos excesivos en Aire Acondicionado.
Bombillas de bajo consumo o led:
¿Por qué? Las bombillas convencionales convierten en luz sólo un 15% de la energía que consumen, el resto es calor. Los leds ahorran un 80% de electricidad produciendo la misma iluminación. Además de tener una vida útil más larga y menor coste de mantenimiento.
¿Cómo? En zonas con mayor tiempo de uso como la cocina recomendamos dejar tubos fluorescentes que consumen muy poco. Mientras las luces leds las recomendamos para el resto de la casa. Aunque son más caras, a largo plazo esto se compensa cuando nos llegan las facturas.
Recomendación: Recordar la limpieza de las bombillas, es clave dedicar unos minutos al mantenimiento, ya que el polvo en cualquier artefacto de iluminación genera que su luminosidad sea menor.
Automatizar la iluminación
¿Por qué? Puede ser clave sobre todo en los hogares con niños.
¿Cómo? Utilizar reguladores de intensidad para ajustar la luz según cada actividad concreta y también detectores de presencia en zonas de pasillos o escaleras, de forma que la luz permanezca menor tiempo encendida.
Utilizar el frigorífico correctamente
¿Por qué? Es el electrodoméstico que más energía consume – 650kWh al año.
¿Cómo? Alejado de las fuentes de calor, a una distancia mínima de la pared, y con suficiente ventilación son puntos importantes. Además de mantenerlo a una temperatura entre 3 y 5ºC. Evitar tener la puerta abierta puede generar un ahorro del 5%. A la hora de refrigerar alimentos cocinados es importante asegurar que se hayan refrescado lo suficiente.
Invertir en electrodomésticos eficientes
¿Por qué? En la cocina se produce gran parte del gasto: después de la calefacción, los electrodomésticos son los responsables del mayor consumo.
¿Cómo? Comprar los que tienen las etiquetas A+, A++ o A+++, aunque el precio sea más elevado, compensa con un gasto eléctrico menor. Las placas de inducción para cocinar consumen menos que las vitrocerámicas y el gas.
Otras recomendaciones para ahorrar en la factura de la luz:
- Cargar al máximo la lavadora y el lavavajillas. A su vez la temperatura es importante, pudiendo reducir hasta un 55% de energía lavando la ropa a 40ºC o en frío.
- Desconectar los aparatos que no se utilizan: Dejar el cargador de móvil enchufado o la televisión encendida sin mirarla puede aumentar un 10% del consumo eléctrico. Es posible se produzcan cortocircuitos que generen explosiones en aparatos enchufados.
- Mantener el Aire Acondicionado en torno a los 26º: Por cada grado de frio, el gasto energético se dispara entre un 6 y un 8%. Puede generar un ahorro hasta de un 30% de la factura eléctrica en verano.