En el momento de reformar la casa, la pintura es uno de los materiales que más visibilidad tendrá, pues es cierto que por sí mismo es capaz de lavar por completo la cara de una vivienda hasta hacerla parecer otra nueva. Es decir, aparte del color, no solemos preocuparnos de ninguna otra propiedad cuando lo cierto es que no solo embellece un hogar, sino que también lo protege y lo cuida.
La pintura actualmente es un material vital a la hora de hacer los acabados ya que después de hacer la reforma, queremos ver espacios muy agradables llenos de color y vida, la pintura es un elemento muy demandado que tiene muchas propiedades las cuales vamos a conocer.
A nivel de composición las pinturas hechas con pigmentos son útiles para proteger y embellecer, pero la tecnología de las pinturas ha ido evolucionando hasta conseguir pinturas auto protectoras ante la humedad, el fuego, los hongos, e incluso ante pinturas de aerosol, siendo esto gran avance significativo que puede usarse hasta en el hogar con pinturas lavables, sin necesidad de aplicar otra mano. Otra de las características son las pinturas que ayudan a disminuir el impacto sonoro.
Cuando queremos escoger una pintura lo primero que vemos es su color, como encajaría en nuestro espacio, sea habitación, o estancias. Los colores transmiten muchas cosas, desde luminosidad hasta opacidad o tonos neutros, colores claros utilizados para dar más frescura, tonos oscuros para marcar espacios. Existen colores que son los más utilizados en cualquier época del año como los claros, ya que es una tendencia en alza debido a su fácil aplicación y perfecta armonía en cualquier espacio.
Protección ante agentes externos y fuego
Cuando se va a aplicar la pintura es muy importante saber en qué superficie la aplicamos, quiere decir que, muchas veces nos encontramos humedades, sean estos por capilaridad o por efecto de humedad continua por agente externo o por fugas. Lo más recomendable es tratarlas con productos y al final con pinturas que creen el efecto barrera a estos problemas y que además contengan estas patologías. Haciendo un correcto aplicado surtirá efecto, previa reparación de la zona, pero según el tipo superficie ira mucho más rápido o no.
Lo más común es que la pared tenga humedades o bacterias producidas por la condensación que se origina en las estancias más vulnerables de la casa –como el baño o la cocina-. Además se pueden producir en estancias que estén muy cerradas y poco ventiladas, así como zonas bajas y con tendencia a humedades por capilaridad.
Si esto ocurre, antes de pintar, es necesario que un profesional detecte el origen de estas humedades y actúe para solucionarlo, evitando que vuelvan a aparecer. En estos casos, habría que aplicar un producto antibacteriano en las paredes para que se elimine el moho que hayan podido aparecer. Después, sería conveniente aplicar una pintura repelente y transpirable que también tenga contenido antibacteriano y, para entendernos, “rechace” la humedad y los hongos.
Si nos encontramos el problema de humedades podemos utilizar pinturas a base de solventes puros y orgánicos. La relación al momento de realizar la mezcla es importante ya que el grado de contenido sea más fuerte o más débil ante la aplicación y sean necesarias más veces o una sola mano. No conviene abusar de ellas porque no son las más adecuadas para proteger la calidad del aire de las personas, pero en estos casos, evitaremos que se diluya, durará más y evitaremos que haya que repasar la pared cada poco tiempo.
La pintura protege del fuego, existen pinturas ignífugas que no arden ante la exposición de las llamas e incluso algunas que detienen su expansión por el resto de la casa de forma momentánea. La aplicabilidad de estas pinturas se recomienda en zonas de mayor peligro donde exista combustión, zonas sensibles al calor y por ende en zonas de contacto eléctrico, zona de contadores y calderas.
Para efectos de aislamiento sonoro existen pinturas que sellan o tamizan el paso de las ondas del sonido, así como las pinturas que obtienen propiedades termoaislantes, anti sonoras, creando una barrera invisible.
Existen pinturas que ‘son un escudo’ a las manchas o pintadas en las paredes que muchas veces hacen los niños jugando. Son las pinturas plásticas o acrílicas, que se pueden lavar fácilmente y tienen una elevada durabilidad, por lo que son aptas para las habitaciones de los más pequeños o zonas más propensas a mancharse, como la cocina.
Pinturas menos tóxicas
Un aspecto muy interesante e incluso importante es que las pinturas se están fabricando con elementos menos tóxicos. Son pinturas que transpiran independiente del tipo de superficie donde se apliquen.
Es necesario utilizarlas en espacios ventilados, pero siendo estas menos agresivas que las fabricadas con disolventes. El tipo de utilización se puede realizar en espacios externos como internos. Es recomendable además utilizarlas ya que son amigables con el medio ambiente al no contener materiales volátiles, hidrocarburos o sustancias que puedan perjudicar la salud.
En resumen, la pintura y sus procesos han cambiado mucho, ya que su uso no está solo limitado a embellecer y dar color, sino, a ser funcional dentro del mundo de la decoración y reformas, auto-protegiéndose y protegiendo las superficies para aislarlas de las temperaturas y del ruido, así como materiales amigables.
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